Un ladrón armado irrumpió en una tienda Coppel de Tehuacán y, bajo el disfraz de un cliente más, logró despojar a la cajera de aproximadamente cinco mil pesos en efectivo. El delincuente actuó con absoluta calma y abandonó la sucursal caminando como si nada, sin que el personal pudiera identificar la ruta que tomó para escapar.
Todo ocurrió alrededor de las 12:10 a 12:30 horas de este 24 de noviembre, en la sucursal ubicada sobre la calzada Adolfo López Mateos, en la colonia Reforma. De acuerdo con la información inicial, el sujeto—vestido con pantalón de mezclilla azul, sudadera de manga larga y una cangurera al frente—se formó en la línea de cajas simulando querer pagar un “abono”.
En cuanto la empleada abrió la caja registradora, el hombre se inclinó hacia ella, sacó un arma corta y la apuntó directamente. La amenazó con voz firme y le exigió entregar el dinero. La cajera, ante el riesgo inminente, le dio el efectivo disponible, que ascendía a cinco mil pesos. Ya con el botín en mano, el delincuente guardó el arma, dio media vuelta y salió por la puerta principal sin correr, confiado en que nadie se atrevería a detenerlo.
El personal refirió que no alcanzaron a ver si el ladrón abordó algún vehículo o escapó a pie. La maniobra fue tan rápida y limpia que, en cuestión de segundos, dejó la tienda con el dinero y sin que se pudiera precisar su dirección de huida.
Minutos después del atraco, la trabajadora pidió apoyo. Con la información que proporcionó, se activó el protocolo de atención, y se le orientó para acudir a la Fiscalía General del Estado a formalizar la denuncia y continuar con el procedimiento correspondiente.
Este tipo de asaltos, donde los delincuentes se mezclan entre los clientes para sorprender a los empleados, se ha vuelto recurrente en la región. Aunque en este caso no hubo personas heridas, el atraco dejó claro que los delincuentes siguen operando con descaro y en pleno horario comercial, aprovechando cualquier descuido para golpear rápido y desaparecer sin dejar rastro.
El personal refirió que no alcanzaron a ver si el ladrón abordó algún vehículo o escapó a pie. La maniobra fue tan rápida y limpia que, en cuestión de segundos, dejó la tienda con el dinero y sin que se pudiera precisar su dirección de huida.
Minutos después del atraco, la trabajadora pidió apoyo. Con la información que proporcionó, se activó el protocolo de atención, y se le orientó para acudir a la Fiscalía General del Estado a formalizar la denuncia y continuar con el procedimiento correspondiente.
Este tipo de asaltos, donde los delincuentes se mezclan entre los clientes para sorprender a los empleados, se ha vuelto recurrente en la región. Aunque en este caso no hubo personas heridas, el atraco dejó claro que los delincuentes siguen operando con descaro y en pleno horario comercial, aprovechando cualquier descuido para golpear rápido y desaparecer sin dejar rastro.
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