La madrugada del sábado terminó en tragedia sobre la Vía Atlixcáyotl, cuando un vehículo deportivo Subaru BRZ azul, modelo 2025, terminó destrozado frente a la agencia automotriz Honda Angelópolis, en San Andrés Cholula. En el interior viajaban tres jóvenes estudiantes. El impacto fue tan violento que dos de ellos perdieron la vida: uno en el sitio y otro más horas después en un hospital. Una joven continúa internada en estado grave. La Fiscalía abrió la carpeta FGEP/CDI/UEMSV/INTEGRIDAD-CORPORAL-I/003428/2025 para establecer responsabilidades.

Todo ocurrió alrededor de las 02:00 horas. La unidad circulaba por el tercer carril del Boulevard Bicentenario (popularmente conocido como Vía Atlixcáyotl), dentro de la Reserva Territorial Atlixcáyotl. De acuerdo con el informe pericial, el conductor perdió el control debido al exceso de velocidad. El auto giró bruscamente hacia la derecha, derrapó cerca de 50 metros e impactó su costado izquierdo contra un poste de la CFE. Tras el golpe, el vehículo dio un giro de 180 grados y terminó 11 metros más adelante, dentro del área de estacionamiento de la agencia Honda.
El conductor, Rubén N., de 21 años, quedó sin vida en el asiento, con lesiones mortales por traumatismo craneoencefálico severo. Sus dos acompañantes —Cesar Emilio N., de 25 años, y su novia Paulina N., de 21— fueron trasladados al Hospital Puebla. Más tarde, se confirmó la muerte de Cesar Emilio, mientras que Paulina permanece grave. Rubén y Paulina eran pareja; Cesar Emilio era su amigo cercano.
El impacto también provocó daños a dos postes de la CFE y el derribo de líneas eléctricas, lo que generó afectaciones en la zona. Fue uno de esos postes el que, al ceder, dejó sin luz por varios minutos parte del corredor Angelópolis.
Fuentes policiales consultadas señalaron que, aproximadamente media hora antes del accidente, el Subaru habría sido visto participando en “carreritas” junto con otros tres vehículos deportivos: dos Porsche y un Lamborghini. Las fuentes coinciden en que este tipo de arrancones es recurrente durante las madrugadas del fin de semana en esa área de la ciudad, donde grupos de jóvenes utilizan la vialidad como pista improvisada.
El antecedente no es menor. Vecinos de colonias cercanas han reportado múltiples veces que, entre viernes y domingo, es común escuchar motores acelerados, autos a alta velocidad y motocicletas que usan la recta de la Atlixcáyotl como zona de competencia. La tragedia de esta madrugada, dicen las mismas fuentes, “era cuestión de tiempo”.
A la escena llegaron cuerpos de auxilio y autoridades ministeriales para procesar el sitio. Más tarde, personal especializado realizó el levantamiento del cadáver y ordenó el traslado del cuerpo al Semefo. La vialidad permaneció parcialmente cerrada durante varias horas por los trabajos de retiro del vehículo y la reparación de infraestructura eléctrica.
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Mientras tanto, familiares de la joven lesionada han comenzado a solicitar apoyo económico en redes sociales, debido a que la cuenta hospitalaria —según describen— ha alcanzado cifras millonarias.
El caso ahora está en manos de la unidad especializada en hechos derivados de la movilidad. Peritos analizan la mecánica exacta del choque, la velocidad estimada del vehículo y las posibles responsabilidades conexas. La investigación deberá confirmar o descartar si los arrancones tuvieron relación directa con el accidente que dejó dos jóvenes muertos y a una más luchando por sobrevivir.
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