La noche del 15 de septiembre, la celebración de la Independencia se convirtió en tragedia en la junta auxiliar de Cuesta Blanca, municipio de Palmar de Bravo, cuando un adolescente de 16 años perdió la vida tras ser alcanzado por una bala perdida.
La víctima fue identificada como José Luis N., quien convivía con familiares y amigos durante la verbena popular cuando, cerca de las 21:00 horas, un disparo lo impactó en la espalda. De acuerdo con los primeros reportes, la agresión no estaba dirigida contra él, sino que habría sido producto de una detonación realizada al aire en medio de los festejos.
De inmediato, sus familiares lo trasladaron en un vehículo particular hasta una clínica en Tecamachalco, pero pese a los esfuerzos médicos, el joven falleció poco después debido a la gravedad de la herida.
El hecho provocó consternación e indignación entre los habitantes de Cuesta Blanca, quienes condenaron la imprudencia del uso de armas de fuego en espacios públicos y durante celebraciones, práctica que, aunque prohibida, aún ocurre en algunas comunidades.
La Fiscalía General del Estado ya abrió una carpeta de investigación para determinar el origen del disparo y dar con el responsable. Al tratarse de un menor de edad, el caso ha generado especial atención en la región.
Este deceso se suma a otros registrados en el país durante las fiestas patrias, evidenciando los riesgos mortales que representa la costumbre de disparar al aire.
Vecinos y autoridades hicieron un llamado urgente a la sociedad para erradicar estas conductas y exigieron justicia por la muerte de José Luis N., cuyo fallecimiento tiñó de luto las celebraciones de independencia.
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