La violencia en el Triángulo Rojo volvió a estremecer a la región este jueves, luego del hallazgo de dos camionetas completamente calcinadas entre los municipios de Quecholac y Palmar de Bravo, zona marcada por la presencia de grupos delictivos. De acuerdo con los primeros reportes, las unidades podrían estar relacionadas con el ataque armado ocurrido el lunes por la noche en Huixcolotla, donde fueron asesinados tres policías municipales, entre ellos la joven comandante.
El reporte fue realizado por elementos de seguridad de Palmar de Bravo alrededor de las siete de la mañana, cuando localizaron dos vehículos incendiados a las afueras del municipio, sobre el camino que conduce hacia Tlacotepec de Juárez. Uno de ellos sería una camioneta de cabina y media, y el otro, una camioneta cerrada, ambas totalmente destruidas por el fuego, sin placas ni datos visibles que permitan su identificación.
Personal de la Policía Estatal arribó minutos después para asegurar la zona y realizar las primeras inspecciones. Las unidades estaban calcinadas en su totalidad, por lo que se presume que fueron incendiadas intencionalmente, posiblemente para eliminar evidencia tras los recientes hechos violentos.
Fuentes extraoficiales señalaron que las características y tipo de vehículos coinciden con los que se observan en videos captados durante el ataque en Huixcolotla, donde un comando armado abrió fuego contra policías municipales frente a un OXXO.
Aunque la autoridad no ha confirmado oficialmente el vínculo, no se descarta que se trate de las mismas unidades utilizadas por los agresores.
De manera paralela, trascendió que como parte del amplio despliegue operativo implementado en Huixcolotla tras el multihomicidio, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado habría logrado la detención de un probable implicado en la emboscada.
La zona permanece bajo fuerte vigilancia mientras continúan las investigaciones para confirmar si las camionetas calcinadas están relacionadas con el brutal ataque que cobró la vida de tres elementos policiales y que volvió a evidenciar la delicada situación de inseguridad que impera en el corazón del Triángulo Rojo.
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