Antes fue periodista del periódico Enlace de la Mixteca.
También fungió como Coordinador de políticas públicas y evaluación en el gobierno de Irene Olea.
Tremendo problema tiene Omar Escamilla al aceptar la delegación de gobernación en Izúcar de Matamoros.
Primero habría que preguntarle si supo lo que hizo al tomar esta responsabilidad.
Los delegados de gobernación deben reunir ciertas características de personalidad, que no son muy comunes entre la gente. Ser cínicos, traidores, sinverguenzas, difamadores, intrigosos, mentirosos, sin moral, de bajo perfil. En conclusión, son los que venden a la gente. Los que pasan los nombres de los líderes en los movimientos sociales, los que toman fotos de las personas y las suben a sus “superiores”. Los que hacen las tarjetas informativas señalando los detalles de los políticos de partidos opuestos, de líderes, de maestros que se oponen, de los delincuentes que busca la justicia.
Hacen el trabajo más sucio de la política. Son dobles espías. Son los primeros en llegar a cualquier hecho social; por ejemplo si pobladores tapan una carretera el delegado debe llegar para hablar con los quejosos, ver que quieren y este a su vez hacer una ficha informativa para sus “jefes”; el delegado debe “vender” a los líderes del movimiento, evaluar los puntos débiles del movimiento y ver cómo se puede debilitar o dividir. Lo mismo en las campañas políticas, él debe pasar todos los datos, nombres y hechos de los líderes, ver sus puntos débiles. El delegado pone o vende a la gente. Así de fácil así de difícil.
Quien sabe si el Joven Omar Escamilla tenga estas capacidades y competencias. Yo creo que no. Pero si tiene muchas ganas de desempeñar su nuevo puesto político, con facilidad las puede aprender. Quieres ver un hombre ruin, dale poder, dice el dicho.
Omar Escamilla antes trabajo como Coordinador de Políticas Públicas y Evaluación, en el gobierno de Irene Olea Torres.
Pasado el primer año de gestión, Omar Escamilla deja el puesto y se asume contrario a su antes jefa Irene Olea.
Es en su nuevo puesto como periodista en el periódico Enlace de la Mixteca, desde donde sus críticas a la ex edil matamorense creen, y se vuelve personaje de alto perfil contra Irene Olea.
Ahora como delegado de gobernación en el distrito 22 de Izúcar de Matamoros, debe cambiar de perfil, de uno muy alto a otro donde casi pase desapercibido, al estilo de Francisco Cirigo Villagomez, ex presidente municipal de Huajuapan, nombrado delegado de gobernación en Izúcar por Rafael Moreno Valle, o de Víctor Reyes Orea nombrado delegado por Miguel Barbosa y Julio Huerta, también expresidente de Tilapa, o como Enrique Nacer, Exdiputado Local dos veces, y operador político en la Mixteca de Rafael Moreno Valle.
Omar Escamilla llega como delegado de gobernación sin experiencia política, sin haber ocupado nunca un puesto de elección, sin haber lidiado con problemas fuertes.
Como delegado de gobernación no hay días de descanso, ni sábados ni domingos, debe atender las problemáticas que se presenten en los 22 municipios a su cargo los 365 días del año.
Debe ser factor de solución de los problemas y no empeorarlos. Es el primer respondiente en un mitin político o en un linchamiento.
Los valores morales no aplican en este trabajo, recordando que todo lo que haga bueno o malo es para que el sistema y su grupo político estén en calma.
Omar Antonio Escamilla Pliego es egresado de la Licenciatura en Ciencias Políticas, es hijo del Mtro. Omar Escamilla, supervisor de zona de escuelas federales de Izúcar de Matamoros y su mamá es Guadalupe Pliego Maestra con doble plaza en el Centro Escolar Presidente Lázaro Cárdenas de Izúcar de Matamoros.
Ahora Omar Escamilla está del lado de poder, sujeto a la crítica y al escrutinio público.
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